domingo, 31 de mayo de 2009

27 DE MAYO: 445º ANIVERSARIO DE LA MUERTE DE JUAN CALVINO



Leopoldo Cervantes-Ortiz


26 de mayo, 2009



Ahora que está en marcha una de las celebraciones principales del Jubileo de Calvino, la fecha de su muerte, a 445 años de distancia, es una oportunidad más para acercarse a las enormes consecuencias religiosas, culturales y sociopolíticas de su siempre controversial legado. En su lecho de muerte, varias cosas podían flotar, simultáneamente, en el ambiente. Por un lado, la fuerza con que había conseguido imprimir a la ciudad de Ginebra, un sello irreversible al que aludía el falso membrete de "Roma protestante" con que se llegó a conocer a ese lugar y, por el otro, el enorme riesgo de dispersión que enfrentó la Reforma como un movimiento unitario antes de que él apareciera en el escenario. Entre la intolerancia que podía llevar a la muerte a personas inocentes y la sensibilidad para defender a seres humanos cuyas vidas no valían un centavo en sus lugares de origen. Del regionalismo tradicional rebelde a la universalidad necesaria de una fe que reclamaba nuevos derroteros. O de la espiritualidad antigua, anclada a los viejos esquemas medievales, a los desafíos ya claramente modernos que hacían su aparición en una época de notables cambios: esos y muchos otros son los extremos que tocó o atisbó en su carrera de reformador, que nunca buscó (dicho sea de paso…).


Moviéndose entre el empeño humanista y literario, devoto de la literatura clásica sagrada y profana, Calvino no se arredró cuando tuvo que pasar de la doctrina al terreno espinoso de los hechos crudos, materiales. Se le reprocha (desde los espacio de las reformas llamadas "radicales") participar del constantinismo de las "reformas magisteriales", pero a veces se pasa por alto el celo con que defendió la autonomía de la iglesia en asuntos espirituales. ¿Cómo leer, entonces, sus Ordenanzas eclesiásticas (1541) sin tener en mente su lucha contra la intromisión del gobierno de la ciudad para definir quiénes podían participar en la Santa Cena? Dicen que hubo una "teocracia" en Ginebra, y puede ser que la hubiera. No obstante, allí se comenzó a sembrar la desconfianza social que desembocaría en la laicidad actual: uno de los cimientos de la modernidad democrática. Otro lugar común…


"La ciudad de Calvino", se dice, pero, como escribiría el mismísimo Jorge Luis Borges siglos más tarde: "A diferencia de otras ciudades, Ginebra no es enfática. […] Ginebra casi no sabe que es Ginebra. Las grandes sombras de Calvino, de Rousseau, de Amiel y de Ferdinand Doler están aquí, pero nadie las recuerda al viajero. Ginebra, un poco a semejanza del Japón, se ha renovado sin perder sus ayeres" (Atlas). Acaso a su pesar, la marca de su nombre acompaña al viajero sin sentir necesariamente el peso de la lucha religiosa, de las sanciones a quien no cumplía sus deberes con la iglesia. Con todo, la huella está allí, en el cosmopolitismo que implica la atención a asuntos de tan diversa índole.


La periodista española Rosa Regàs, en un libro casi para viajeros (Ginebra. Seix-Barral, 2002), capturó muy bien la sensibilidad religiosa que Calvino supo imprimir a su ciudad adoptiva y que hoy, incluso cuando su población protestante ha disminuido, sigue presente:

Quizás Ginebra fue calvinista antes que Calvino. Pero lo cierto es que lo sigue siendo. Tan homogénea y sólidamente calvinista, tan actual y poderosamente calvinista que se sucederán las gentes y las generaciones, y aunque cambie la ciudad una vez más de nacionalidad y pase a ser francesa y quién sabe si norteamericana o rusa o japonesa, y dejen o no los potentados de la tierra de salvaguardar sus fortunas en los bancos que se levantan sólidos, aunque no ostentosos, a la orilla del lago, y nombre el papa uno, dos o diez obispos auxiliares católicos con la presunta intención solapada de reinstaurar una diócesis que perdió en la Reforma, y lleguen ejércitos de tamiles, turcos, portugueses, africanos o brasileños que la ciudad admitirá en la medida en que el país necesite mano de obra, y aunque acaben los ginebrinos votando a favor del aborto o reconociendo algún día, también por votación, que la homosexualidad no es ninguna tara, Ginebra, católica, budista o musulmana, seguirá como hoy y como siempre, igual a sí misma, calvinista por encima y a pesar de todo, ella misma convertida en herencia viva e inamovible de su feroz reformador, herencia de organización y eficacia, ascetismo y orden, voluntad, rigidez, ahorro, diligencia, frugalidad y discreción; herencia que ha calado en las generaciones, los inmigrantes, las instituciones, las profesiones, las iglesias, las costumbres, las relaciones, las diversiones, los instintos, los sentimientos, la cotidianidad, el ocio, las calles, las comunas, los árboles, y hasta en el paisaje y el clima.


Otra historia es la infidelidad típicamente cristiana de la ciudad en relación con su presente financiero: el lugar adonde llegan las fortunas sin preguntar sobre su origen. El mexicano Juanleandro Garza ha escrito sobre ello un texto memorable.


Al morir, lejos quedaron sus controversias con Castelio, Bolsec, Servet o los aristócratas ginebrinos, que tan mala fama le crearon y que han seguido estimulando la imaginación de escritores de diversa calidad. Stefan Zweig tal vez sea quien mejor capitalizó el estigma de la intolerancia. Pero no es el único: recientemente, desde la ciudad del Lago Lemán, Nicolas Buri lo ha visto como una piedra de escándalo… Sin duda alguna. ¿Cómo no serlo en una época cuyos excesos estuvieron a punto de dar al traste con cualquier vestigio de la "fe verdadera"? El mismo Teodoro de Beza tuvo que lidiar ya con las calumnias desde aquellos tiempos.


Pero más allá de la vergüenza, aquellos/as que reivindican su manera de entender la fe y la vida, saben que pueden encontrar en su herencia una fuente que, a sabiendas, de que brotó de una persona con los mismos aciertos y fallas que cualquiera, gracias a su devoción incondicional fue capaz de entregar buenas cuentas a la hora de su muerte. Y, sin miedo al lugar común, puede decirse de él "que dejó el mundo mejor que como lo encontró". Si fundó, continuó o consolidó una tradición teológica, eso es lo de menos, pues nunca lo buscó. Al leer sus textos, especialmente su obra magna, la Institución de la religión cristiana, Celebrar su memoria, como la de tantos otros testigos del Evangelio, es hacerle caso a las profundas palabras de Hebreos 6.10: Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndolos aún". Es apenas un acto de justicia.


Su testamento, queda ahí, también como testimonio de una vida que buscó, incluso en sus instantes más polémicos, rendir toda la gloria a Dios:

En nombre de Dios, yo, Juan Calvino, servidor de la Palabra de Dios en la Iglesia de Ginebra, debilitado por muchas enfermedades…, doy gracias a Dios; porque no solamente se ha compadecido de mí, su pobre criatura… y me ha soportado con todos mis pecados y debilidades, sino también porque Él, muy por encima de todo ello, me ha otorgado la gracia de poder servirle mediante mi trabajo… Declaro con la fe que Él me ha concedido que deseo vivir y morir en dicha fe, en tanto no tengo otra esperanza ni otro refugio que la elección de su Gracia, sobre la cual está fundada toda mi salvación, y que no dependo de nada más para la salvación que la libre elección que Él ha hecho de mí. De todo corazón abrazo Su misericordia, por medio de la cual todos mis pecados quedan cubiertos, por causa de Cristo, y por causa de Su muerte y padecimientos.

martes, 26 de mayo de 2009

REFLEXIÓN, SINCERAS DISCULPAS Y RECONOCIMIENTO

Me ha parecido bien pedir disculpas públicamente y traer a este blog el manifiesto presentado por hermanos y hermanas del DF ante la R. Asamblea General en la reunión de Julio del 2008 en la Cd. de Mérida Yucatán. Expreso que es interesante y honesta la posición de los firmantes, aunque al principio no fue de mi agrado por la forma de sacarlo a la luz pública en la internet y lo plasmé de la manera siguiente en los comentarios de http://www.lupaprotestante.com/ :

"Es muy triste que quienes pretenden ser reformados publiquen semejante manifiesto. No se necesita ir tan lejos para ver la formación de quienes pretenden cambios cuando ellos mismos no muestran sujeción y fe en la dirección divina. La mayoría de los firmantes son miembros seguidores de cierta "lumbrera teológica", quien se ha esmerado por denigrar a nuestra iglesia nacional sin haber participado en los diversos debates asambleísticos. Como ex moderador de la R. Asamblea General expreso mi tristeza ante este agravio de exponer a nuestra iglesia en el exterior sin buscar antes el diálogo y debate teológico interno, ya que como reformados tenemos la ética de la responsabilidad Cristiana de la unidad en medio de la diversidad.

Es cierto que necesitamos atender estas voces que emanan de miembros preocupados por la constitución y que de paso dejan ver el centro de su preocupación, la exclusión de las mujeres en el ministerio pastoral y de gobierno eclesiástico. Como iglesia mexicana no somos los únicos con este añejo problema del mundo que otros organismos han superado. En nuestra sociedad mexicana haciendo una encuesta entre las mismas mujeres, nos encontramos con la sorpresa que las mismas damas no aceptan en su gran mayoría el pastorado femenino. Algo curioso es ver que liderazgo femenino sí hay en nuestra iglesia, pero no se incluyen en el sacerdocio universal.

Bueno, considero escueto mi comentario, pero no falto del conocimiento de nuestro contexto social mexicano, que es demasiado complejo y preñado de liderazgos mezquinos machistas y a la vez liberacionistas anárquicos faltos de disciplina formada en el correcto proceso histórico de nuestra iglesia nacional. Bendiciones".

Desde luego, que mi comentario trajo réplica sincera y me hizo pensar en lo cierto de la disparidad de nuestras reuniones asambleísticas y la nula representación femenina y juvenil en las sesiones y acuerdos eclesiásticos, así como lo muy escueto de la nueva Constitución y el verdadero retroceso en varios aspectos. Así que mi respuesta fue...

"Debo reiterar mi tristeza al leer el estilo y la forma del comentario de mi estimado Pbro. ______, al no comprender mi visión y posición como pastor respecto al manifiesto, al que considero de importancia atender. Los frutos de la educación cristiana y un conocimiento mayor de nuestra cultura mexicana harán de nuestros ministros cada vez capaz de entender y poder expresar su inconformidad y dirimirla en el orden eclesiástico, el cual hemos aceptado sin ninguna presión u obligación, sino con convicción cristiana.

Los asuntos de la iglesia no son para politizarlos, ni para "ganarlos", sino para lograr el crecimiento y el entendimiento del proceso histórico que vivimos y así avanzar bíblica y exegéticamente en el ser y quehacer de la iglesia. Airaos pero no pequeis...X_____, tus expresiones irónicas, no ayudarán en nada para la buena marcha de quienes dependen de tu sana predicación como pastor.

Recuerda que en la iglesia presbiteriana no somos una jerarquía de potentados que se pavonean de sus prerrogativas y poderes, sino siervos de Dios que deben edificar a la iglesia que hoy día es más preparada y educada para no dejar que las ideas violentas y anárquicas la controlen. Así que, ¡Animo!

Bueno, dejo a su consideración dicho manifiesto, ya que muchos de los presbiterianos en la nación no lo conocen y es bueno que sepamos lo que nuestros hermanos y hermanas de otras latitudes sienten, piensan y expresan en libertad fraterna.



Manifiesto a la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México en relación con la nueva Constitución general (Libro de Gobierno)
Somos un grupo de hombres y mujeres, miembros en plena comunión de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, de diversas iglesias, congregaciones y organizaciones, que estamos atentos al rumbo que ha tomado recientemente nuestra iglesia. Preocupados/as por la manera en que el liderazgo responsable de desarrollar la visión y los planes para el desarrollo de la misma, nos hemos reunido con el fin de dialogar y expresar nuestra comprensión de los procesos eclesiales que nos parece están un tanto viciados debido, entre otras cosas, a que los consensos con que se toman algunas decisiones no implican la participación de un mayor número de miembros de la INPM en sus diversos niveles.
Ante el anuncio de la juramentación y aprobación de la nueva Constitución de la INPM, manifestamos nuestra inconformidad debido a que, en términos bíblicos, teológicos y jurídicos, no cumple con las especificaciones que definen la legalidad de un documento de semejante importancia, puesto que el documento que se pretende juramentar debiera derogar o abrogar la Constitución vigente a fin de garantizar su legitimidad, motivo por el cual resulta evidente su invalidez jurídica en tanto no se lleven a cabo los pasos que la actual Constitución señala, entre los cuales figura, primordialmente, el de que los integrantes de la Comisión de Reformas Constitucionales aparezcan como responsables del documento en cuestión. Asimismo, sus fuertes inconsistencias, especialmente en términos de la falta de antecedentes históricos y, sobre todo, en cuanto a su orientación ideológica muestran un abierto retroceso en aspectos que consideramos fundamentales para que la INPM renueve su identidad y disposición para cumplir con las exigencias sociales del momento, tal como lo marca el lema reformado: Ecclesia reformata et semper reformanda est (Iglesia reformada siempre reformándose). Esto se aplica especialmente a la manera en que el nuevo documento define los siguientes aspectos:
1. Sobre las atribuciones de la Asamblea General para disolver cuerpos y organismos eclesiásticos sin mediar procesos de disciplina.
2. Ausencia del código de ética para los ministros y oficiales, que aparece en la Constitución vigente.
3. Que únicamente los varones tienen la posibilidad de acceder a los ministerios eclesiásticos, en abierta contradicción con los avances experimentados en el seno de la familia reformada latinoamericana y del resto del mundo y con los logros consagrados en constituciones anteriores.
4. La supresión de una serie de capítulos relacionados con del cuidado del medio ambiente, los derechos de los grupos étnicos, de los niños, mujeres y adultos mayores, así como la apertura a otros ministerios.
Por todo lo anterior, solicitamos que se considere seriamente no aprobar este documento y abrir nuevamente el diálogo para conseguir que una nueva Constitución de la INPM refleje auténticamente el sentir, las opiniones y las necesidades de la iglesia, entendida ésta como un espacio plural adonde incluso los grupos minoritarios (congregaciones, consistorios, presbiterios, sínodos, etcétera) sean respetados por las mayorías mediante un sano ejercicio cristiano y democrático.
Finalmente, solicitamos la creación de una Comisión de Derechos Humanos al interior de la INPM, que funcione de manera autónoma para defender, orientar y recomendar acerca de todo lo relacionado con los intereses de las minorías marginadas, y en cuya integración se contemple no sólo a oficiales de la iglesia sino a miembros de reconocida autoridad espiritual, moral e intelectual.
Encomendamos al Señor Jesucristo todos los trabajos y determinaciones de este respetable cuerpo de gobierno y reiteramos nuestro compromiso por la unidad y edificación de la Iglesia, que es su Cuerpo y presencia en el mundo (Efesios 2.11-22).
México, D.F., 5 de julio de 2008
Martha Aguilar Arellano, Iglesia Ammi-ShaddayGuadalupe Genoveva Araujo Santos, Congregación El Divino RedentorAlberto Arenas M., Iglesia GethsemaníGenaro Barnard Romero, Iglesia Ammi-ShaddayLaura Cabrera Berrocal, Iglesia Ammi-ShaddayJ. Antonio Castellanos, Presbiterio Juan CalvinoAna Lucía Castillo de Rosas, Iglesia El-ShaddayLeopoldo Cervantes-Ortiz, Presbiterio Juan CalvinoHelena Cervantes Valenzuela, Presbiterio Juan CalvinoAlberto Chávez, Iglesia Ammi-ShaddayJuan Chávez Larriva, Iglesia Jesús de NazaretNora Radaí Córdova Santos, Iglesia Jesús el Buen PastorIsabel Cornu Reyes, Iglesia El-ShaddayEvangelina Corona Cadena, Iglesia NazaretNoema Corona Cadena, Iglesia NazaretValdemar Cruz López, Iglesia NazaretCarlos Cuevas Padilla, Iglesia Ammi-ShaddayIsrael Díaz, Iglesia Ammi-ShaddayFernando Díaz Navas, Congregación El Divino RedentorIrma Durán de González, Iglesia El-ShaddayRosa María Espinoza, Iglesia Jesús de NazaretGermán Fernández Espinosa, Iglesia Ammi-ShaddayJosé Israel Fernández Medrano, Iglesia Ammi-ShaddayRuth G. de Palomino, Iglesia Ammi-ShaddayHugo Gallardo Duarte, Iglesia BethelMaría Gálvez, Iglesia El-ShaddayFrancisco García Mendoza, Iglesia El-ShaddayPablo Gil Martínez, Iglesia Ammi-ShaddayAideé González Durán, Iglesia El-ShaddayDavid González Pérez, Iglesia El-ShaddaySilfrido Gordillo Borralles, Iglesia AntioquíaAgripino Hernández Cruz, Iglesia Ammi-ShaddayEdwin Ignacio Herrera, Iglesia El Buen PastorMaría Guadalupe Jiménez Mayén, Presbiterio Juan CalvinoEduardo Leal Hernández, Iglesia NazaretClaudia Lira Castillo, Iglesia El-ShaddayLilia López de Palomino, Iglesia Ammi-ShaddayFrancisco Javier Maldonado, Iglesia AntioquíaÁngela Martínez Lugo, Iglesia Ammi-ShaddayEdith Martínez Vázquez, Iglesia Ammi-ShaddayMiguel Medina Toledo, Iglesia Ammi-ShaddayGuadalupe Medrano F., Iglesia Ammi-Shadday Rubén Montelongo, Iglesia PenielFrancisco J. Morales B., Iglesia Jesús el Buen PastorRaúl Moreno Torres, Iglesia Ammi-ShaddayViridiana Moreno Vergara, Iglesia Jesús de NazaretEva Monroy Ojeda, Iglesia El-ShaddayIsrael Núñez Castro, Iglesia Ammi-ShaddayRubén Núñez Castro, Iglesia Ammi-ShaddayMaría Félix Olea Trujillo, Iglesia Ammi-ShaddayMiguel Ángel Olivares Beltrán, Iglesia El-ShaddayJoel Elí Padrón Ibáñez, Iglesia PenielRaúl Palacios Padilla, Iglesia Ammi-ShaddayDavid Palomino López, Iglesia Ammi-ShaddayEunice Palomino, Iglesia Ammi-ShaddayHiram Palomino López, Iglesia Ammi-ShaddayMarilú Palomino, Iglesia Ammi-ShaddayOdavia Palomino López, Iglesia Ammi-ShaddayMaría Elena Paredes González, Iglesia PenielBárbara Edith Peña Núñez, Iglesia PenielSergio Peñaloza Martínez, Iglesia El-ShaddayEnoc Ravizé Ch., Iglesia Luterana del Buen PastorImelda Robles Ojeda, Iglesia NazaretDavid Abdiel Rodríguez Fuentes, Iglesia El-ShaddayMaría del Rocío Rosales Yáñez, Congregación El Divino RedentorVirginia Rosales Aragón, Congregación El Divino RedentorRicardo Ruiz Ocampo, Iglesia Ammi-ShaddayPedro Salas Sánchez, Iglesia SiónEstela Sánchez Rojas, Iglesia Ammi-ShaddayIda Cecilia Sánchez M., Iglesia Jesús de NazaretRocío Valenzuela Saavedra, Presbiterio Juan CalvinoAna María Vázquez Sierra, Iglesia Ammi-ShaddayFelipe de Jesús Vera Palacios, Iglesia Esmirna
Blog del Manifiesto

sábado, 16 de mayo de 2009

CON CARIÑO PARA LOS FIELES SIERVOS DE DIOS


CÓMO PERMANECER EMOCIONALMENTE SALUDABLE


Ninguna persona que sigue a Cristo ha tenido jamás un desequilibrio nervioso, y ninguna persona que hace la voluntad de Dios se ha destrozado. Sin embargo, los ministros pueden arruinarse emocionalmente y arruinar su matrimonio al trabajar para la iglesia institucional.

He aquí algunas cosas que usted puede hacer para permanecer emocionalmente saludable en el ministerio:

1. Practique lo que dice 1 Pedro 5:7: "echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros."

Después de todo, Jesús dijo que esta es su iglesia (Mateo 16:18). Ponga atención para ver cuántas veces usted dice: "Mi iglesia"; y "Mi gente." Muchas cosas que suceden en la iglesia están fuera de nuestro control, pero no fuera del control de Él. Es por esto que Él nos puede dar la seguridad: "Mi yugo es fácil, y ligera mi carga" (Mateo 11:30).

2. Sepa cuál es la diferencia entre los sucesos de su vida y su interpretación de esos sucesos.

Un corto viaje a una corte durante un juicio le enseñará que hay más de una manera de ver cualquier conjunto de hechos. Los abogados están preparados para ayudar a la gente a ver los mismos hechos de diferentes maneras. El fiscal los interpreta de modo que hagan que el acusado parezca culpable. El abogado defensor los interpreta de modo que protejan la inocencia de su cliente.

Usted vive con su interpretación de los sucesos de su vida, no con los sucesos. Practique varias maneras de interpretarlos y note los diferentes sentimientos que invoca cada una. Desarrolle el hábito de dar la interpretación más constructiva que sea posible a los sucesos diarios de su vida.

3. Discipline sus pensamientos.

Pablo nos da un filtro práctico para ayudarnos a hacer esto: "Por lo demás,hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad" (Filipenses 4:8).

—Richard D. Dobbins, Akron, Ohio


Y yo concluyo (Con el perdón de Richard), no vale la pena perder la paz por quienes solo piensan en sí mismos y no valoran el ministerio cristiano. Personas que viven muchas veces una doble vida y que jamás dan testimonio de la fe que dicen poseer.


En palabras del Pbro. José Coffin (según contaba mi abuelo): "Más vale un ateo sincero que un cristiano de encierro y pendenciero". Trabajemos porque los creyentes fieles al Señor se edifiquen y porque esos sinceros ateos conozcan al único y verdadero Dios todo poderoso.


Trabajemos porque nuestras hijas e hijos no se alejen de la comunión cristiana, y en el futuro, sean apoyo fuerte de los ministros que con amor y dedicación trabajan y quieren lo mejor para el pueblo de Dios. Sí, ese pueblo que tiene una fe razonada y entendida a la luz de la revelación sagrada. Pueblo que no es esclavo de nadie, sino siervo de Dios y ferviente proclamador del mensaje de redención.


Que todo pastor/a viva a plenitud su ministerio y se sienta satisfecho/a de exclamar como el apóstol Pablo: "Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo y el ministerio que recibí del Señor Jesús..." (Hech,20:24).


Desde luego, debemos recordar eso, TENEMOS QUE ACABAR CON GOZO NUESTRA CARRERA, YA QUE EL MINISTERIO ES AMPLIO Y NO ESTÁ ENFOCADO AL INSTITUCIONALISMO NI AL CAPRICHO DE GENTES FALTAS DE VISIÓN Y SABIDURÍA.


"...Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio,..." (Rom.11:13).
HONRA TU MINISTERIO PASTOR, VALORA LO QUE EL SEÑOR TE HA DADO Y MIRA EL MUNDO QUE TIENES POR DELANTE. LA MIES ES MUCHA Y ESTÁ ESPERANDO POR LOS OBREROS QUE SON POCOS. QUE NADIE APAGUE LA LLAMA DE TU CORAZÓN ARDIENTE QUE UN DÍA LE ENTREGASTE A CRISTO.

martes, 12 de mayo de 2009

IGLESIA NACIONAL PRESBITERIANA DE MÉXICO A.R.


I. Un poco de Historia

La Iglesia Presbiteriana pertenece históricamente a la gran familia de Iglesias reformadas cuyos ancestros espirituales son los reformadores Juan Calvino, Ulrico Zwinglio y Juan knox.

Pero antes de hablar de estos tres grandes reformadores que están muy relacionados con la Iglesia Presbiteriana, debemos conocer un poco de la vida y obra de Martín Lutero, quién sin duda, fue de gran influencia para la historia de la Iglesia Cristiana.

A. Martín Lutero (1484-1546)

Lutero cambió el curso de la historia al señalar con valentía los excesos y errores que se cometían en la Iglesia de Roma. La principal doctrina evangélica que Lutero alzó contra el sistema ritualista de penitencias fue la de que la salvación es por gracia solamente, no por obras. El segundo gran punto doctrinal de Lutero es el de que la autoridad final en materia de fe y conducta reside en las Escrituras, por encima del criterio de las autoridades y concilios eclesiásticos.

Lutero se inició en la vida religiosa como monje agustino. Su aspiración era estudiar leyes, pero un día estuvo a punto de morir al caer cerca de él un rayo, y en un instante de terror hizo el voto de tomar las órdenes y dedicarse al sacerdocio. En adelante su vida espiritual fue un tormento terrible de auto acusación y de culpa. Se conciencia gemía bajo la carga de sus pecados, y buscando ansiosamente alivio cumplía rigurosamente todos los requisitos y ordenanzas de la iglesia, más una serie de crueles penitencias que se impuso con el fin de castigar su naturaleza pecadora y alcanzar, si era posible, el mérito de la justificación. Así pasó mucho tiempo. Se dio a una lectura acuciosa de las Escrituras, mientras su superior contribuyó a alumbrarle su confusión recordándole que Dios era un Dios de amor en Cristo antes que el Juez temible y vengador que Lutero imaginaba. Pero fue en las Escrituras donde al fin se le abrió la puerta del perdón y de la paz. El texto de Habacuc 2:4, citado por Pablo en Romanos 1:17, "Mas el justo por la fe vivirá", fue la chispa de luz que, junto con otras porciones de las Escrituras, como el libro de Gálatas, disipó las tinieblas de su alma. Lutero experimentó una paz y un gozo indescriptibles.

Pero este descubrimiento abrió también sus ojos a las prácticas viciosas de la iglesia de su tiempo. Un día en Wittenberg tropezó con un dominico vendedor ambulante que proponía indulgencias. El papa León X había puesto a la venta estos documentos con el fin de recaudar fondos para erigir una nueva capilla de San Pedro en Roma. El hecho hirió la más íntima sensibilidad de Lutero, provocándole intensa indignación y repugnancia. Comenzó a predicar con fogosa elocuencia contra la práctica de las indulgencias, instando al creyente a poner su confianza solamente en la gracia salvadora de Cristo. Declaró que estaba dispuesto a ir a un debate sobre la cuestión y poco después, en octubre de 1517, clavó en la puerta de la iglesia de Wittenberg sus famosas 95 Tesis, en las que exponía los puntos esenciales de su posición teológica. De estas tesis, la más notable tal vez es la número 62, que decía: "El verdadero tesoro de la iglesia es el santísimo evangelio de la gloria y la gracia de Dios."

A partir de este momento, la trayectoria de Lutero está llena de las más dramáticas y formidables experiencias, tanto en le terreno puramente religioso como en le histórico-político. Lutero fue citado a Roma para rendir cuentas de sus pronunciamientos ante el papa León X; pero la intervención del elector Federico el Sabio hizo que la audiencia se fijara para Augsburgo, donde su vida estaría más protegida. Más tarde se vio en el caso de responder de sus ideas ante la Dieta del emperador Carlos V reunida en Works en 1521. Allí, conminado a retractarse, se negó de plano, respondiendo con su histórica declaración de que: "A menos que se me refute y convenza con el testimonio de las Escrituras, o con argumentos bien claros, mi conciencia está atenida a la Palabra de Dios. Ni puedo retractarme ni me retractaré. Mi posición es invariable y en ella me mantengo, asó Dios me ayude. Amén." Esta actitud, no obstante el salvoconducto del emperador, lo puso en grave peligro de caer en manos de las autoridades eclesiásticas y ser llevado al martirio. Una vez más, su protector, el elector Federico, le salvó la vida, haciéndole secuestrar en el camino a la salida de Worms y llevándole secretamente a su castillo en Wartburgo. Allí pasó Lutero diez meses, tiempo que aprovechó para traducir la Biblia al alemán.

Una vida tan llena de actividad no impidió a Lutero el producir una copiosa cantidad de libros, ensayos, y tratados. En 1525 se casó con la exmonja Katharina Von Bora, con la que tuvo seis hijos. Su hogar fue un hogar feliz, la casa siempre llena de estudiantes, parientes y amigos. En 1546 murió en Eisleben, su ciudad natal, y fue enterrado en la iglesia del Castillo de Wittenberg, en cuya puerta había clavado en sus famosas 95 tesis.


B. Ulrico Zwinglio, (1484-1531)

La figura directriz en el movimiento de la Reforma en los cantones de habla alemana en Suiza. Zwinglio prendió la chispa de la Reforma en Suiza al mismo tiempo que Lutero lo hacía en Alemania. Esto es sólo el inicio del sorprendente paralelo que existe en las vidas y trayectorias de ambos reformadores: ambos nacieron en 1484; ambos procedían del pueblo común; ambos recibieron una esmerada educación; ambos fueron ordenados sacerdotes católicos; ambos admiraban la música y la poesía; ambos eran predicadores elocuentes; Lutero publicó en Alemania sus 95 tesis; Zwinglio publicó en Suiza sus 67 artículos. Sin embargo, existían también entre ambos diferencias no menos notables: la ruptura de Lutero con Roma fue lenta y gradual; la de Zwinglio fue rápida y fácil; Lutero llegó al clímax de su fe tras una dolorosa crisis de alma; Zwinglio experimentó una progresiva conversión intelectual.

En sus 67 artículos Zwinglio expuso los puntos fundamentales de su credo doctrinal y las razones de su rompimiento con Roma. Puso énfasis en Cristo como único Salvador y Mediador, insistiendo en a supremacía de la Palabra de Dios sobre el sistema papal, el cual rechazaba. Luego de intensos y prolongados debates públicos, Zuinglio logró convencer a los magistrados de Zurich, quienes decidieron adoptar oficialmente las reformas propuestas con la aprobación de la opinión pública. Esto apunta a una diferencia más con Lutero: la reforma luterana fue llevada adelante con el apoyo de los príncipes; la reforma suiza se implantó por la voluntad del pueblo.

Fue casi inevitable que los dos grandes reformadores llegaran a chocar. La causa fue un punto de doctrina. Durante cinco años, de 1524 a 1529, Lutero y Zuinglio se enfrascaron en una controversia - por carta y finalmente cara a cara - sobre la cuestión de la presencia de Cristo en la Eucaristía. Lutero sostenía que esta presencia era real; Zuinglio que la Santa Cena tenía sólo un valor de conmemoración. Los puntos que discutieron fueron realmente quince. Estuvieron de acuerdo en todos menos en el de la Eucaristía. La reunión terminó con una nota amarga: con lágrimas en los ojos, Zwinglio le tendió la diestra a Lutero, pero este rehusó estrechársela. De la misma manera, el movimiento suizo tendió a separase cada vez más del luteranismo alemán, acabando por fusionarse en la Iglesia Reformadora Calvinista.

Hay un aspecto más de la vida de Zwinglio. El creía que el cristianismo debía tomar parte activa en los negocios públicos y nacionales. Como patriota militante había acompañado tres veces a las tropas suizas en incursiones a Italia. Cuando surgió un conflicto entre el cantón de Zurich y cinco cantones católicos que degeneró en contienda armada, Zwinglio se incorporó a las fuerzas protestantes y tomó parte en la pelea. Así fue como encontró la muerte combatiendo en la batalla de Kappel.

C. Juan Calvino (1509-1564)

Si Lutero puede considerarse, en sentido global, como la figura dirigente de la Reforma que sobresale entre los precursores y los contemporáneos, Calvino representa el pensamiento institucional de más vasto y profundo alcance en toda la historia del cristianismo. No es mera coincidencia que su obra básica, la que a través de múltiples ediciones "creció" de un manual de seis capítulos a una obra de cuatro volúmenes y setenta y mueva capítulos, lleve el título de Instituciones de la Religión Cristiana.

Calvino nació en Noyon, Francia, de familia católica. Hay indicios de que adoptó la fe protestante durante su vida de estudiante en parís bajo la influencia de profesores y otros contactos de tendencia protestante. Diversas circunstancias de su vida, en particular la de verse obligado a ambular de ciudad en ciudad tratando de eludir la persecución religiosa, hicieron que acabara por ubicarse en Ginebra, Suiza, donde su celo y sus convicciones lo convirtieron en el caudillo (sin cargo oficial) de una especie de democracia teocrática basada en la más estricta disciplina a la vez cívica y espiritual.

La teología calvinista parte de la afirmación de la soberanía absoluta de Dios. Y este concepto, a su vez, se funda en el reconocimiento de las Escrituras como la Palabra revelada e infalible de Dios.

De estas dos afirmaciones se deriva de manera lógica (como también lo expresa San Pablo en la Epístola de los Romanos) la doctrina de la predestinación: en su divina voluntad Dios permitió que el hombre pecara, pero del propio deseo y decisión del hombre, dando Dios conjuntamente el medio de redención.

Señor del tiempo y del espacio desde la eternidad, Dios predestinó, según su soberana voluntad, a los que habrían de ser redimidos por gracia mediante la sangre de Jesucristo. Estos se salvan no por ninguna provisión de su fe o su rectitud sino únicamente por la gracia gratuita y el amor de Dios. Nadie se arrepiente de su corrupción y de sus malas obras a menos que el Espíritu Santo toque a su corazón y lo guíe a rendirse a los pies de Cristo. Cuando el creyente ha experimentado la conversión, Dios derrama en él el Espíritu Santo para su contante crecimiento en la gracia y en la fe de Jesucristo como Salvador y Señor... La obra de Calvino, es decir, el impacto de su interpretación bíblica, influyó desde entonces de manera indeleble no sólo la corriente total del protestantismo sino la misma civilización occidental.

D. Juan Knox (1514-1572)

Reformador escocés cuyas ideas y recia personalidad ejercieron decisiva influencia en el rumbo histórico-religioso de Inglaterra y particularmente de Escocia. Era cura católico pero a través de conversaciones con algunos amigos prominentes se convirtió al protestantismo. En adelante, su vida fue una continua sucesión de movidas experiencias alrededor de su fe y sus convicciones. Viajó a varios países del continente y en Ginebra estuvo en contacto con Calvino, cuya teología adoptó con entusiasmo como patrón de su militancia evangélica.

Vuelto a Escocia expresó sin cortapisas sus opiniones y tomó parte activa en las luchas turbulentas de la monarquía en medio de la división católico-protestante. Su posición inflexible lo puso frente a la católica María Tudor, reina de los escoceses, a la vez que no era bien visto en la corte de Isabel de Inglaterra. Pero aun con peligro de su vida, Knox no cesó en ningún momento de predicar contra lo que consideraba "idolatría" tanto en el catolicismo como en la misma Iglesia Anglicana. Su calvinismo se expresó en formas de organización eclesiástica que dieron origen a la Iglesia Presbiteriana de Escocia. Escribió un Libro de Disciplina y, su obra más importante, una Historia de la Religión Reformada en el Reino de Escocia.

E. Presbiterianismo en México

La Iglesia Presbiteriana de México, en sus orígenes, es fruto tanto de la Iglesia Presbiteriana del Norte como de la del Sur y más adelante también con trabajo de la Iglesia Reformada de América; todas estas denominaciones provenientes de los Estados Unidos. Se reconoce el año de 1872 como la fecha del inicio formal de la Iglesia Presbiteriana en México con la llegada de los primeros misioneros presbiterianos.

En 1947, la Iglesia Presbiteriana de México, llega a su mayoría de edad y se organiza en noviembre de ese año la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México. A partir de ese tiempo la Iglesia ha venido marchando con toda fidelidad y ha estado dando pasos para su mejor organización.

En 1992, el gobierno mexicano modificó las leyes en materia religiosa, y a partir de entonces, la Iglesia Nacional Presbiteriana tiene el reconocimiento gubernamental como Asociación Religiosa.

Actualmente, la denominación, a nivel nacional, cuenta con 4,460 templos. La mayoría de los mismos se encuentran localizados en el centro y sureste del país.

II. La Organización

La palabra "Presbiteriano" se deriva de la palabra griega "Presbiteros" que significa "anciano". Esta palabra, en el nombre de nuestra denominación, hace referencia al tipo de gobierno que tiene nuestra iglesia; es decir, que nuestra iglesia se gobierna por medio de "presbíteros" o "ancianos".

Este gobierno de ancianos escogidos de entre el pueblo de Dios no es un invento contemporáneo, sino viene desde los tiempos bíblicos:

  • Exodo 18:25: "Escogió entre todos los israelitas hombres capaces, y los puso al frente de los israelitas como jefes de mil, cien, cincuenta y diez personas".
  • Hechos 12:23: "En cada iglesia nombraron ancianos y, con oración y ayuno, los encomendaron al Señor en quien habían creído"

A) El Nombre: Iglesia Nacional Presbiteriana de México A.R.

1. Iglesia - Este término debemos entenderlo aquí como: "el grupo de creyentes y de sus hijos que profesando la doctrina verdadera se identifican con una forma de gobierno y doctrina particular, y se asocian para; adorar al Dios único, estudiar las enseñanzas de la Biblia, participar en los sacramentos, testificar del Señor Jesucristo, etc."

2. Nacional - Reconocemos y afirmamos que la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, es una Iglesia Cristiana que pertenece a la familia Evangélica y Protestante de Iglesias. Que es autónoma, de arraigo y sostén nacionales y no depende o recibe determinaciones del extranjero, bien sea de algún poder Eclesial, Político, Económico o Cultural, etc.

3. Presbiteriana
- Es la forma o tipo particular de gobierno que la dirige, es decir, es gobernada por Presbíteros que significa "Ancianos".

4. Asociación Religiosa. Antes de 1992, todos los templos eran propiedad de la nación, pero a partir de esa fecha las Asociaciones Religiosas debidamente constituidas ante la Secretaría de Gobernación pueden ser propietarias de bienes muebles e inmuebles. Esto es una gran bendición con la que no contábamos en el pasado, pero también conlleva la responsabilidad de cumplir con todos los requerimientos que la ley establece.

B) Tipo de Gobierno

  • 1. Teocrático - La autoridad absoluta es la de Dios. Reconocemos que él es la autoridad final en la Iglesia. Sin embargo, por su gracia, delega autoridad a su santa iglesia.
  • 2. Democrático - La autoridad delegada por Dios está en la Iglesia. Al mismo tiempo, ésta ejerce su derecho eligiendo a aquellas personas que considera capaces para representarles, guiarles y ministrarles. A través de procesos de elección democrática, los miembros en plena comunión de la Iglesia eligen y son elegidos para ejercer oficios dentro de la Iglesia.
  • 3. Representativo - La Iglesia elige por medio de su voto a sus líderes. Con esto, la iglesia cede su autoridad a sus representantes democráticamente electos para que ellos gobiernen, tomen decisiones y determinen el camino a seguir como Iglesia. Una vez elegidos los cuerpos de gobierno eclesiástico, la mayoría de las decisiones caen bajo su competencia, excepto la de elegir otros ancianos y diáconos, así como para elegir al pastor. Estas decisiones son un privilegio que le corresponde únicamente a la Iglesia por medio de una reunión plenaria.

C) Los Oficiales de la Iglesia

Los oficiales de la Iglesia son:

  • 1. Los Presbíteros o Ministros de la Palabra. El oficio de ministro de la Palabra y de los sacramentos o pastor, es el primero de la iglesia, tanto por su dignidad, como por su función. Los pastores no son miembros de la Iglesia local, sino del Presbiterio.
  • 2. Los Ancianos de Iglesia.
    Los ancianos de la iglesia son propiamente los representantes de la Iglesia, elegidos por ésta para ejercer el gobierno y la disciplina, así como la enseñanza de la doctrina, la práctica de la predicación, cuando fuere necesario y el cuidado espiritual de la iglesia en unión con los pastores y ministros de la Palabra. Juntamente con el pastor constituyen el Consistorio.
  • Los ancianos de la iglesia tienen la misma autoridad y los mismos derechos y privilegios en los cuerpos eclesiásticos que los pastores. Aunque la ordenación es vitalicia, el cargo activo es de un período de tres años, renovable por elección de la Iglesia hasta en dos ocasiones.
  • 3. Los diáconos. Los diáconos también son electos por la iglesia local en reunión congregacional para velar por los bienes y necesidades materiales de la misma. La ordenación es vitalicia, pero el cargo activo es de una período de tres años, renovable por elección de la iglesia hasta en dos ocasiones.

D) Los Cuerpos de Gobierno

Existen cuatro cuerpos de Gobierno en la iglesia Presbiteriana de México A.R. Estos son: El Consistorio, el Presbiterio, el Sínodo y la Asamblea General.

  • 1. Consistorio - El consistorio es el primer cuerpo de gobierno de la Iglesia Presbiteriana. Tiene autoridad sobre la iglesia local y sobre su campo ministerial (congregaciones, , misiones e instituciones de servicio) está constituido por el pastor, quien es el presidente de este cuerpo y los ancianos reunidos en cuerpo colegiado y sobre su campo ministerial. Deberá nombrar a uno de sus ancianos, como secretario del mismo, indicando el tiempo de vigencia de dicho cargo.
  • 2. Presbiterio – El Presbiterio es el segundo cuerpo de gobierno de la Iglesia Presbiteriana. Tiene una función central e interrelacionante con los otros cuerpos de gobierno. Se compone de todos los ministros y un anciano por cada iglesia dentro de cierta jurisdicción determinada. Se requieren 5 Iglesias como mínimo para poder constituir un Presbiterio.
  • 3. Sínodo – El Sínodo se compone de tres presbiterios debidamente constituidos y abarca una amplia región geográfica bajo su cuidado y responsabilidad. Es propiamente una cuerpo de coordinación, interrelación y de apelación en asuntos de disciplina. El Sínodo al que pertenecemos como Iglesia y Presbiterio es el Sínodo de la Península de Yucatán.
  • 4. Asamblea General – Es el cuerpo de gobierno que engloba a toda la denominación. Representa a todas las iglesias locales en todo el país y ejerce jurisdicción sobre todos los cuerpos de gobierno que la integran.

E. Los Miembros en Plena Comunión de la Iglesia
Una persona puede ser miembro de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R. a través de una de las 4 formas reconocidas por la Iglesia, las cuales son:

  • 1. Por profesión de fe. Es el caso cuando una persona que hubiere sido bautizada en su niñez en la iglesia local, en otra iglesia presbiteriana o en alguna iglesia evangélica reconocida, y previa preparación y examen sobre doctrina, culto y práctica de la Iglesia Presbiteriana, es recibida en plena comunión.
  • 2. Por profesión de fe y bautismo. Este es el caso cuando una o varias personas, han dado evidencias de haber aceptado al Señor Jesucristo como su Salvador personal, y han expresado su deseo de pertenecer al Cuerpo de Cristo y servir al Señor con todo gozo y entusiasmo y testificar de Él en todas partes. Profesión de fe y bautismo significa, que la persona o personas han recibido una preparación previa, mínima de seis meses, para recibirse como miembros en plena comunión de la iglesia.
  • 3 Por carta de traslado. En este caso, la persona o personas, en forma previa, deberán entregar al pastor o al consistorio, una carta debidamente escrita, que transcriba el acuerdo respectivo del consistorio de la iglesia de la cual proceden. Esta carta tendrá una vigencia máxima de seis meses después de ser expedida. Por su parte, el consistorio de la iglesia en la cual la persona va a recibirse, deberá tomar nota tanto de la solicitud de ingreso como de la carta misma de traslado y acordar lo conducente.
  • 4 Por testimonio. Este caso se refiere a aquella persona o personas que por motivos diversos y muy excepcionales no les ha sido posible conseguir y presentar su carta de traslado, pero tanto el pastor como los miembros de la iglesia tienen evidencias de que esa persona(s) ha sido miembro de otra iglesia presbiteriana, y por otra parte, con su asistencia regular a los cultos y participación en las actividades generales de la iglesia, ha dado pruebas de su interés por la vida y trabajo de la misma a la cual desea ingresar.


    Una persona pierde sus derechos y privilegios como miembro en plena comunión de una iglesia local, por las siguientes razones:

  • 1. Por dejar de asistir a los servicios de su iglesia durante seis meses consecutivos, injustificadamente.
    En este caso, se requiere la respectiva declaración y testimonio del consistorio ante la iglesia, que deberá comunicarse por escrito al afectado. Podrá recuperar su membresía por testimonio, cuando él o ella así lo soliciten.
  • 2. Por dimisión o traslado. Todo miembro de la iglesia que se ausente de la localidad, para ir a otro lugar, deberá llevar una carta dimitoria o de traslado, misma que deberá presentar a la iglesia presbiteriana en donde piensa asistir (o iglesia evangélica reconocida), con el fin de que tenga derecho a todos los privilegios y deberes en la otra iglesia. La iglesia que lo recibe deberá dar aviso a la iglesia que extendió dicha carta, con el fin de que el interesado deje de ser miembro de ésta última.
  • 3. Por excomunión. Esta forma se refiere a un caso extremo de separación de un miembro de la iglesia por haber cometido faltas graves contra el Señor y ofendido a la comunidad cristiana. Para la aplicación de la excomunión, se requiere que el consistorio se constituya en tribunal eclesiástico y de acuerdo con la Disciplina de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México, A.R. aplique la sanción sobre el caso.
  • 4. Por defunción. Es decir, por pasar a la presencia del Señor.
  • 5. Por expulsión o exclusión. Es cuando a una persona bajo disciplina, se le separa definitivamente y queda sin oportunidad para reingresar a la iglesia como miembro de ella.
    Tomado de http://www.inpshalom.org.mx/

jueves, 7 de mayo de 2009

Influenza A (H1N1)




Tal parece que ahora la amenaza proviene de los tres cochinitos en lugar del lobo. ¿Habrá que eliminar la cochinita pibil? Pero hablando en serio, oremos que el Señor tenga misericordia de nuestra nación y preserve a las familias que han sido afectadas por la tragedia. Decir “fiebre porcina”, “el virus que anda” o la “gripe de la semana” no es lo mismo.




La fiebre porcina (que ahora se llama influenza A[H1N1] para distinguirla bien) es producida por una nueva cepa del virus de la influenza, que se originó en cerditos. Como se trata de una nueva cepa, la mayoría de nosotros no tiene inmunidad (nunca ha sido vacunado contra ella) y esto permite que la enfermedad contagie a otros y se extienda rápidamente.




Aunque el origen fueron los puerquitos, el peligro de contagio no es comer carne de cerdo o tener cerditos de mascotas o cosas parecidas. El virus de la influenza produce “gripe”, así que el contagio es de persona a persona, al toser o estornudar.Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha elevado el riesgo de contagio y diseminación a Clase 5 desde el 30 de abril, y 6 más adelante lo que significa que “la pandemia pareciera inminente”. Pandemia quiere decir que afecta a muchos países y continentes, es mundial. La escala es de 1 a 6 (la pandemia en sí es Clase 6).




¿Qué hacer?




Como creyentes, es una oportunidad única para servir al pueblo de Dios en particular y al pueblo mexicano en general. Recordemos las misericordias que Dios nos concede cada día y trabajemos para brindar protección espiritual, emocional, social y hasta física en caso necesario.




Medidas generales de prevención:




  • Lavarse las manos con agua y jabón, a menudo. En especial al atender personas enfermas con tos y fiebre.


  • Practicar buenos hábitos de salud, incluyendo horas de sueño, comer con inteligencia alimentos nutritivos y mantenerse activo físicamente.


  • Orar sin cesar, por la comunidad, por la ciudad, por los hermanos y hermanas que trabajan en servicios de salud, por el país.


Medidas particulares de atención, en la casa:





  • Aislar la persona enferma (si la hay) al menos un metro de distancia de las otras personas.


  • Utilizar mascarilla de boca y nariz al atender la persona enferma. Puede ser mascarilla comercial o hecha en casa, lo importante es que se lave apropiadamente después o se deseche de modo higiénico.


  • Lavarse las manos con agua y jabón abundante, después de cada contacto con una persona enferma.


  • Mejorar la ventilación y el flujo de aire donde esté la persona enferma. Tome ventaja de la brisa natural.


  • Conozca las reglas de salud del país, y aplíquelas.


Hagamos todo lo posible para contribuir a la paz de la nación donde vivimos. Y que en todo nuestro quehacer, sea Dios quien reciba toda Gloria y honor.



Gracias por la información, por eso nos unimos y la llevamos a todos.

martes, 5 de mayo de 2009

CÓMO APLASTAR AL PASTOR



From The Presbyterian Pulpit
A sermon by the Rev. Dr. David E. Leininger
Predicado el 16/9/07, en la Iglesia Presbiteriana "Príncipe de Paz" de Chetumal, Q. Roo
1 Juan 3:11-18


Esto será un sermón inusual. Es un sermón que su pastor no puede predicar…por lo menos, aquí no, no desde su propio púlpito. De hecho, éste es un sermón que yo no podría predicar tampoco desde mi propio púlpito. Éste tiene que venir de un forastero, y pronto usted entenderá por qué. El Pastor Saúl y yo hemos sido buenos amigos por muchos años. Más que amigos, realmente. Mi propia hija le llama "Papi Dos," y a Dorís y los hijos, "Mami Dos y la familia dos." Saúl y yo somos hermanos en Cristo, colegas en el ministerio. Saúl es un buen pastor, pero tristemente, no es el pastor perfecto. Probablemente, usted ya sabe eso. Si la iglesia en México es similar a la iglesia en los Estados Unidos, usted tiene cierto modelo en mente del "pastor perfecto."


Según estudios, el pastor perfecto tiene 28 años y ha estado predicando por 30 años. Él es alto y corto, flaco y gordo, tiene un ojo marrón y uno azul; su pelo se divide en el centro con un lado rubio y fino, el otro, oscuro y ondulado. Pero hay más. El pastor perfecto trabaja desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche cada día en todos tipos de obra, en la predicación, a la poda de arbustos, lavando los baños. Él pasa todo su tiempo con la juventud de la iglesia y cada día visita quince viejos quienes quieren hablar, pero nunca está fuera de la oficina cuando usted viene para una charla. Él sabe delegar autoridad y hace todas las cosas que otros están demasiados ocupados para hacer. El pastor ideal lleva buena ropa, conduce un coche moderno, vive en un hogar cómodo en una vecindad agradable en donde él entretiene regularmente a la congregación todo esto con un sueldo de dos cientos pesos por la semana, la mitad de la cual él devuelve a la iglesia. Obviamente, entiende de finanzas y desarrolla un presupuesto perfecto de la iglesia pero nunca menciona el dinero. El predica sermones que son potentes y apasionadas pero nunca ofende a nadie y, por supuesto, nunca predica más que quince minutos. Sonríe todo el tiempo con una cara seria porque tiene un humor encantador pero lo mantiene serio sobre su trabajo. Él tiene una esposa bellísima y magnífica y hijos bien-ajustados y divertidos que nunca se parezcan importar que el papá siempre está ocupado con las necesidades del pueblo. Él es un hombre caluroso, compasivo, profundamente cariñoso pero que poseé una piel tan gruesa que nada cruel o insultante dirigido a él o a su familia tiene cualquier efecto negativo. Probablemente la lista podría continuar sin cesar, pero podemos parar aquí.


Como dije, Saúl Pulido Pérez no mide hasta este estándar. Lo siento. Y él será el primero en admitirlo. Porque eso es el caso, usted puede prepararse AHORA para deshacerse de él. Quizás, algunos de ustedes han tenido experiencia en este proceso antes, pero, para los que necesiten una cierta ayuda, con mi lengua plantada firmemente en mi mejilla, déjeme ofrecerles una cierta dirección en cómo aplastar al pastor.


Primero, cuente con la perfección. Aunque cada uno seguramente afirma la noción que no existe el pastor perfecto, no permite que él sea Imperfecto en esas áreas que sean importantes para usted. Frecuentemente, cuando un pastor nuevo está a punto de llegar en la escena, la congregación pensará, "Por seguro, espero que el pastor nuevo haga esto," o "Espero que el pastor nuevo no haga eso." Lo que sea, no discuta estas esperanzas con el pastor. Él, antes de todo, es un hombre de Dios. Déjelo descubrir lo que usted desea por la revelación divina… en la misma manera que debe aprender que su tía Celia está en el hospital cuando nadie le llama avisarlo. Por supuesto, si por cualquier razón él no puede leer su mente y no mide hasta su estándar personal para los pastores, claro que sí, tiene permiso para quejarse. Quéjese con cualquiera persona y cada quien que tomaría el tiempo de escucharle… MENOS… y éste es una grande excepción… MENOS con el pastor. No discuta sus expectativas o sus preocupaciones con él, porque podría ser que él intentaría hacer algún ajuste para acomodarle, y eso sería un desastre. El menú para la cena del domingo tendría que ser cambiado de predicador a la parrilla a algo mucho menos apetitoso. Si en un momento de locura usted se desliza y explica realmente sus expectativas al pastor, cerciórese de que no puedan ser satisfechas. Por ejemplo, usted quizás hayas oído el dicho, "Es el trabajo del pastor de llenar el púlpito; es el trabajo de la congregación de llenar los asientos." Bueno, no compre eso. Deje saber el pastor que hay miembros de la iglesia que no han atendido aquí por años y que usted espera que el pastor vaya a visitarlos - que no lo hace usted mismo. Usted espera que ÉL les haga volver a la asistencia regular del culto sin preocuparse de lo qué les hizo dejar de venir en primer lugar. En el curso de compartir sus expectativas con el pastor, asegúrese que él entiende que usted pensará mal de él si no puede restaurar a esos miembros.


Otra buena estrategia para aplastar al pastor es quisquillosidad. Recuerdo una situación propia hace algunos años. Estaba en mi nueva congregación por apenas algunas semanas. Tenía mucho que hacer y elegí entrar en la oficina para trabajar en un día caliente en julio - en mi día libre - y yo llevé pantalones cortos. ¡Tremendo! ¡Shorts en la oficina del templo! ¡Que horrible! Yo oí de éso. No directamente, por supuesto. Alguien se quejó a algún otro… y entonces el otro se puso de acuerdo con él, entonces algún otro, entonces hasta aun la oficina del presbiterio. Por fin, oí yo. Maravilloso. Concedido, no era un asunto enorme, pero no había estado allí suficientemente tiempo para que ningún asunto enorme se presentara. Esta pequeña quisquillosidad simplemente ayudó a preparar cualquiera cosa más que se presentaría. Esto es excelente. Quisquillosidad es una preparación maravillosa para aprender criticar fuertemente y quejarse de lo que será llamado seguramente en el futuro. A propósito, eso nunca sería un problema en mi congregación actual. Les gustan mis piernas.


Otra estrategia maravillosa para aplastar al pastor es encontrar maneras sutiles de insultarlo. Déjele saber que él no tiene ningún concepto de lo que exige su posición. Olvídese de los años del entrenamiento, los estudios avanzados, los años posteriores de la experiencia. He aprendido, después de muchos años en esta obra, que todos sepan nuestro trabajo mejor que lo hacemos. Sin duda. Hallan maneras de dejar saber a su pastor que su comprensión del papel del siervo de un ministro es que cuando usted dice salta, él debe preguntar qué tan alto. Recuerdo una reunión del presbiterio donde examinaban para la ordenación y la instalación a dos jóvenes graduados del seminario. A uno, le preguntó un pastor que se sentaba apenas algunos asientos de mí, "¿A quién contesta usted, a los ancianos o al presbiterio?" El joven respondió, "Contesto a Dios." El pastor que había hecho la pregunta me miró y en una voz baja me dijo, "El aprenderá." Deje saber su pastor que como usted paga su sueldo, él trabaja para usted. Si se siente que debe ministrar a esa comunidad más allá de las paredes del templo, debe hacerlo entre las horas de la medianoche y las seis de la mañana… y si utiliza la oficina para ese ministerio, debe reembolsarle para el costo de las luces. A propósito, el sueldo es un vehículo maravilloso para las riñas sutiles. Por ejemplo, he oído que la gente dice, "Nunca he conocido un pastor que sabía nada del dinero." Probablemente hay una cierta veracidad en ése. Después de todo, si un pastor supiera cualquiera cosa sobre el dinero, él no toleraría el nivel de pago que la mayoría de las congregaciones ofrecen.


En mi país, una encuesta vieja mostró al público para saber lo que los norteamericanos consideraron un sueldo justo para las varias ocupaciones. Uno en tres dijo que más que cuarenta mil dólares era un sueldo justo para los plomeros, pero solamente uno en cuatro dijo que cuarenta mil dólares o más era un sueldo justo para los pastores. Hmm. Deje saber al pastor cuánto usted lo valora por el sueldo que usted ofrece comparado a lo que reciben otros. Además, si usted le hace preocuparse de cómo pagar sus gastos o cómo educar a sus hijos, usted nunca tendrá que estar desconcertado sobre su consumo visible o su gasto de demasiado tiempo en compra los yates y las limusinas. Una cosa más sobre el dinero. Creo que México y los Estados Unidos sean similares en esta cuestión. Se ha observado que el clero tiende ser más "liberal" políticamente que la gente en las congregaciones. Hay una solución sencilla por ese problema. Es bien conocido que la gente más pobre es mucho más probable ser liberal, mientras que la gente con más recursos probablemente sea conservadora. Por lo tanto, si una congregación está teniendo apuro con un pastor liberal en el púlpito, todo lo que tiene que hacer es votar aumento grande en el sueldo del pastor y mirar cómo el pastor liberal hace rápidamente conservador. "Motivo de reflexión."


Una manera más de aplastar al pastor - hágale tener remordimientos sobre el tiempo que pasa fuera del trabajo. Muchos pastores, si no son trabajadores obsesivos, casi los llegan a ser. Un estudio de pastores Luteranos descritos en un libro llamado Sobreviviendo en el Ministerio indica que ellos (y probablemente también nosotros en otras denominaciones), trabajan 21 horas más que el promedio cada semana (59 horas contra 38) y participan en actividades recreativos 35 horas menos (7 contra 42) que el promedio. No anime a su pastor a que "pare y huela a las rosas" - cerciórese de que él debe batir el yunque. El proceso para deshacerse del pastor quien es menos que perfecto será bien asistido si él trabaja literalmente hasta la muerte o finalmente requiere cuido psiquiátrico institucional. En un asunto relacionado, no le anime a que pase tiempo con su familia. Sí, usted tendrá muchos pastores en su vida y los hijos del pastor tendrán solamente un papá, pero eso no debe diferenciar nada. Hace años corté un artículo de una revista que ofreció una conversación entre dos feligreses. Se quejaban de que el Pastor Sánchez no había asistido la reunión para escoger la pintura de la sala comunal por llevar a su hijo en una excursión. Había faltado al banquete de fútbol porque había estado visitando a pacientes en el hospital todo el día y estaba agotado. Había faltado al musical en octubre porque era su aniversario y había llevado a Maria a cenar - podría haber ido otra noche. Sin cesar las quejas continuaban hasta, finalmente, las damas se pusieron de acuerdo de que seguramente se le extrañaron al Pastor González - él SIEMPRE estaba allí. "Era una verdadera vergüenza que tuvo que dimitir," una dijo a la otra, "pero después del divorcio, no podríamos continuarlo. Usted entiende."

Una estrategia final para aplastar al pastor - recuerde que él es un papel, no una persona. Él no tiene sentimientos. Nunca le ofrezca una palabra de alabanza. Nunca le diga que le agradezcan. Cuando comete un error (y lo hará), no le disculpe. Critíquelo en cualquier momento. Enfoque en sus debilidades más bien que en sus fuerzas. Recuerde que, aunque la iglesia es el foco primario de su vida, no tiene su mejor interés en el corazón como usted, así que por lo tanto no debe usted tener confianza en él y debe vigilarle constantemente. Por fin, si no es de veras una persona de todos modos, no hay razón de quererle. Cómo aplastar al pastor. ¿Aplastar pueda ser una palabra demasiado fuerte? No según Primero de Juan. Nuestra lectura compara una actitud sin amor hacia los hermanos o las hermanas (y eso incluye a los pastores) con matar. No según Jesús Cristo en el sermón del monte tampoco. Cristo dijo, "Oísteis que fue dicho a los antiguas, "no matarás;" y "cualquiera que matare será culpable de juicio." Pero yo os digo a usted que cualquiera que se enoje contra su hermano [o, tal vez, su pastor], será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano [o su pastor] será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedara expuesto al infierno de fuego" (San Mateo 5:21-22). Éstas son palabras de Jesús, no las mías.


En la iglesia Presbiteriana en los Estados Unidos, cuando una congregación instala a un pastor nuevo, la congregación responde al afirmativo a algunas promesas según los requisitos de nuestra constitución:
1) Aceptamos, los miembros de la iglesia, David E. Leininger como nuestro pastor, elegido por Dios por la voz de esta congregación para dirigirnos en la manera de Jesús Cristo.


2) Prometemos animarlo, respetar a sus decisiones, y seguirlo como nos dirige, sirviendo a Jesús Cristo, quien solamente es el Señor de la iglesia.


3) Prometemos pagarlo bastante y proveer para su bienestar mientras que trabaje entre nosotros; caminar con él en apuro y compartir en sus alegrías.


4) Escucharemos la palabra que predica, daremos la bienvenida a su cuido pastoral, y honraremos a su autoridad como él intenta honrar y obedecer a Jesús Cristo nuestro Señor.


Preguntas importantes… y respuestas importantes. ¿Es lo mismo en México? Si una iglesia les contesta SÍ, espero que tomen seriamente las promesas. Si son, la relación entre el pastor y el pueblo será maravillosa. Aunque, esté enterado que hacerle maravillosa va a implicar cada uno.


Estas estrategias de la lengua-en-mejilla para aplastar al pastor que he contorneado son muy serias. Son infecciones en el cuerpo de Cristo. Cuando usted los ve aparecer, sea como las "células de sangre blancas espirituales" para aislarlas, controlarlas, y últimamente erradicarlas. Sé que éste no ha sido el sermón más fácil para ustedes oír, y quisiera no predicarlo. Estoy seguro que usted puede entender porqué yo no podría predicarlo a mi congregación ni podría Saúl predicarlo a usted. Éste tiene que venir de una voz exterior. Por favor, intente tomarlo en serio. La relación que usted tiene con su pastor, no importa quién sea al momento, ni cuan imperfecto él sea, por la gracia de Dios y la determinación de usted, puede ser duradero y caluroso y maravilloso. Sí, PUEDE ser. Por el poder del Espíritu Santo, sé que usted puede hacerlo. Amen!