lunes, 11 de marzo de 2013

PAZ CON JUSTICIA

Daniel García Ibarra.
"El efecto de la justicia será paz; y la labor de la justicia,         reposo y seguridad para siempre"    Profeta Isaías


Celebrar la paz sin justicia es una fiesta que expresa la falsedad de lo que pretendemos parecer: creyentes en Jesús el Nazareno. En un mundo que se confiesa cristiano de palabra pero que no practica su credo, donde las injusticias están al orden del día es signo de hipocresía que esta carente de hechos de justicia. El clamor del pueblo porque haya paz es el grito que no va de acuerdo con lo que hace; clamamos por la paz pero practicamos la injusticia.
 
Los conflictos que tenemos frecuentemente en la sociedad son potentes testigos de las injusticias humanas. Gobernantes y gobernados en constantes problemas son por la falta de justicia de ambos. El desempleo, los salarios bajos que por ser tan mínimos son insuficientes para suplir las necesidades de la familia, testigos de injusticia presente. En tanto que los patrones hagan sus grandes capitales a costa del trabajo arduo de hombres y mujeres no podremos tener paz en la comunidad. 

Las injusticias del mal trato intrafamiliar; mayormente hacia el sexo femenino y los niños `provocan que no haya paz. No podrá haber paz en la sociedad en tanto se continúe marginando a las comunidades indígenas en nuestro país que es multicultural y multiétnico. Paz donde las injusticias se manifiestan en una sociedad con grandes diferencias donde hay sectores de primera, segunda y hasta tercera clase es una realidad.
 
Las familias no podrán gozarse en un "Hogar dulce hogar", mientras el varón siga abusando del poder sobre su esposa e hijos. La injusticia como expresión de comportamientos humanos aleja la paz. La justicia y la paz son hermanas gemelas y caminan juntas e inseparables. Por eso al celebrar la paz hemos de refrendar nuestro compromiso de actuar con justicia en las relaciones humanas.
 
En tanto la sociedad, gobernantes y gobernados sigan clamando por la paz y no actúen con justicia nunca llegarán a ver la paz. Que la conmemoración del centenario del vil asesinato del Apóstol de la democracia Don Francisco I. Madero y del Vicepresidente Pino Suárez haya sido para refrendar nuestro compromiso por la práctica de la justicia La Navidad que celebramos apenas hace tres meses es signo de paz porque es la realidad de la llegada al mundo de Jesús, Príncipe de Paz que hizo patente la justicia entre los pobres y más desfavorecidos en la sociedad. Que cuando hablemos de la paz actuemos con justicia como nos urge el profeta Isaías: "Aprendan a hacer justicia" ; porque paz sin justicia no hay paz