martes, 25 de octubre de 2016

¡ALABAD A JEHOVA!
"Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya."

El libro de los Salmos es, en gran parte, un libro de alabanza. A través de sus páginas oímos a hombres de Dios alabando a Jehová y llamándonos a nosotros a unirnos a ellos en alabanza, Es entonces apropiado que este libro termine con las palabras: "Todo lo que respira alabe a Jehová. Aleluya".

Pero el tema de la alabanza es mucho más que un fin apropiado para un libro de cánticos inspirados. La alabanza es aquello que primeramente debe caracterizar la vida de todo hijo de Dios. En el salmo 150:6, el salmista llama a todas las criaturas vivientes a adorar a Jehová. Y entonces, queriendo ser más específico y al caso nos dice: "Aleluya" (Alabad a Jehová). Esto no es un deseo o un pedido. Esto es un mandamiento presentado en el nombre del mismo Dios. ¡Nosotros debemos alabar a Jehová!

El libro de los Salmos no es el único lugar en la Biblia donde el llamado a la alabanza se hace presente. De la pluma de Isaías viene la orden: "Cantad a Jehová, alabad Su nombre..." (Isaías 12:4). Y el apóstol Pablo nos recuerda lo que debemos hacer al decirnos: "Alabad al Señor" (Rom.15:11). Y en el último libro de la Biblia el apóstol Juan nos habla de una voz que, proviniendo del Trono Celestial, dice: "Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que teméis, así pequeños como grandes" (Apoc.19:5).

El mensaje es claro: ¡ALABAD A JEHOVÁ! 

Oración
Amado Señor, al enfrentar las muchas actividades y responsabilidades de nuestra vida, ayúdanos a ver que nuestra más grande responsabilidad es la de alabarte. Ayúdanos, por medio del Espíritu Santo, a alabarte cada día. En el nombre de Jesús.