lunes, 22 de septiembre de 2008

¿IDENTIDAD REFORMADA?

Nuestra identidad reformada no debe ser solo una máscara de disertación so pretexto que donde no me convenga lo que los reformadores escribieron diré "Eran hijos de su tiempo".

Al leer algunos artículos de supuestos "calvinistas" hablando sobre la inclusión de los homosexuales y lesbianas como miembros de la iglesia sin ninguna conversión genuina, provocarían la muerte de Juan Calvino si viviera.

Hoy con este parapeto los pseudo calvinistas apoyan todo tipo de incongruencias y rebeldías. Como mundanos, se publican manifiestos y se informa a la prensa de lo que acontece en la iglesia si no está a favor de lo que piensan o defienden, olvidándose de una de las marcas de la Verdadera Iglesia: La correcta aplicación de la disciplina. Aún más, se puede en este tiempo oír de huelgas en los seminarios (que son los semilleros de los futuros "siervos") donde se nota la falta de disciplina formativa espiritual y bíblica.

Parece que ostentar ser "Reformado" trae fama y prestigio, y con cualquier barbaridad que se diga respaldada con extenso currículo académico, se tendrá seguidores insípidos, burócratas del evangelio y amantes del libertinaje. Parece que esta clase de "decidores" reformados ha olvidado que debemos permear al mundo con el mensaje de Vida Eterna. Ese mensaje de salvación que transforma y que poderosamente nos lleva a un nuevo estilo de vida. Vida abundante que nos compromete a un servicio eficaz y sobre todo, que nos hace entender correctamente el compromiso social como hijos de Dios y no ser servidores arrulladores de la filosofía mediática (si puedo decirlo así) que se congracia diabólicamente con el mundo.

Que nuestra identidad Reformada se palpe en una vida consagrada a Dios llevando el mensaje redentor al prójimo. Recordando que el ser humano es enteramente impotente para salvarse a sí mismo, y que su salvación se logra por la Soberana Voluntad de Dios que ha elegido, y Él es el que llama incondicionalmente.

Terminaré con este párrafo del Rev. Martín Añorga: "El calvinismo es un sistema teológico rígido e inflexible, pero inspira a los hombres absoluta confianza en Dios y les muestra la realización de un poder Divino que imparte audacia y fortaleza para la lucha titánica que pesa sobre quienes se esfuerzan en conseguir el definitivo triunfo de la Verdad. Una teología débil produce creyentes débiles. La teología calvinista es sólida y bíblicamente autoritaria. Tal vez sea esta la causa principal de la poderosa influencia del calvinismo en las sociedades donde se ha desarrollado como sistema teológico y eclesiástico. Nada hay que domine con tanta fuerza la mente de un ser humano y afecte tan intensamente su carácter, como sus ideas acerca de Dios. Ellas dan color a todos los demás pensamientos. Los conceptos que tenemos respecto a Dios ejercen una influencia dominante en la formación del carácter y constituyen un poder regulador de la conducta cotidiana".