martes, 28 de abril de 2009

¿Conciencia de Eternidad o Conciencia de tiempo?


Salmo 90:12
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría”

ENSEÑANZA:

Lo que la mujer y el hombre pueden dar
Lo que la naturaleza puede dar
Lo que Dios puede dar


Este salmo es una oración de Moisés, quien tenía conciencia de eternidad, pues él no vivía para el tiempo. El estaba conciente de que el ser humano es temporal y que Dios es eterno.

¿Qué tenemos nosotros? ¿Conciencia de eternidad o conciencia de tiempo?

Psicológicamente hay en la mujer y el hombre la llamada “ANGUSTIA DE LA EXISTENCIA” y cuando hablan de Reencarnación, es un ejemplo de sus inventos por su ANGUSTIA DEL DRAMA DE LA MUERTE.

Eclesiastés 8:8 dice: “No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte.”

¿Hay alguna alternativa ante esta situación? Por eso Moisés le pide a Dios: “Enséñanos a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría.”

En un análisis de cómo el ser humano usa el tiempo, y tomando como base los setenta años de promedio de vida que da la Biblia, de esos setenta se dice que…

24 años y un día la pasamos durmiendo
11 años trabajando
6 años viajando
4 años comiendo
4 años platicando
7 años divirtiéndonos
5 años estudiando
3 años leyendo (libros, periódicos, cartas, letreros, etc.)
5 años de enfermedades.

Se dice también que la vida se puede medir desde el amanecer hasta el atardecer. Que las 6 de la mañana es el nacimiento; las 12 del medio día, la mitad de la vida, y las 6 de la tarde el fin, la muerte. ¿Cuál es la hora de nuestra vida? ¿Estamos en las 6, 9, 12?

El salmista dijo: “Sepa yo cuan frágil soy” y esta es una frase llena de sensatez que nos recuerda que en nuestra vida jamás lleguemos al triste lamento del pueblo de Israel expresado en Jeremías 8:20 “Pasó la siega, terminó el verano, y nosotros no hemos sido salvos.”

Únicamente a través de nuestro Señor Jesucristo podemos vivir una vida plena y llena de sabiduría. Porque El es el único que escapa a la norma bíblica de Ecl.8:8. En Juan 10:17 el Señor dice:

“Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mi mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.”

En el Señor Jesucristo nosotros podemos tener y tenemos EL DON DE LA VIDA ETERNA. En Juan 11:25 dice: “Y todo aquel que vive y cree en mi, no morirá eternamente.”

¿CREES ESTO? Que dios te bendiga.