martes, 22 de noviembre de 2016

EL PROPÓSITO DE LA CREACIÓN

"...todos los llamado de mi nombre; para gloria mía los he creado, los forme y los hice." Isaías 43:7

Vivimos en una época en la cual es necesario insistir en que Dios es el creador del mundo. Muchos afirman que el mundo es eterno. Aún otros dicen que ha llegado a lo que es por medio de la evolución. Sea cual fuere su teoría, los que no creen insisten en que Dios no tuvo nada que ver con la creación del mundo. Enfrentados con esa falta de fe, es necesario que nosotros repitamos que "En el principio Dios creó..."

Aún así, el reconocer que Dios creó no es suficiente. Debemos también asentir el hecho de que Dios creó el mundo con un propósito, a saber, su propia gloria y alabanza. ¡Cuán pocos reconocen esto! La mayoría de los seres humanos obran como si el mundo y todo lo que en él existe es de ellos. Y así el mundo usa el mundo para su propia satisfacción y gloria. Esta actitud es contraria al propósito de Dios, puesto que Él hizo todo para su gloria. Dios creó al mundo para que nosotros, viendo su gloria revelada en la creación, le alabemos y adoremos.

¿Indica ésto arrogancia de parte de Dios? ¡Por cierto que no! El todopoderoso no pudo menos que elegir el más alto propósito al crear al mundo. Y no hay propósito más alto que la gloria de Dios. Por esta razón no es sorprendente sino natural que Dios declare que ha hecho todo para su gloria. Recordemos esto hoy y siempre, para que no pequemos tomando para nosotros la alabanza que le pertenece a Él solamente.

Que nuestra oración sea: "Oh Dios, perdónanos por haber usado lo que tú has hecho para nuestra propia gloria. Haznos capaces de usar lo que tú hiciste para su verdadero propósito: LA GLORIA DE TU NOMBRE."