miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA CREACIÓN GLORIFICA A DIOS

"Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa." Romanos 1:20

Dios creó el mundo con el propósito de revelar su gloria. Al finalizar su tarea creadora, Dios vio todo lo que había hecho y he aquí que era bueno; cumplía con el propósito para el cual había sido creado: REVELAR SU GLORIA. Es cierto que el pecado ha desfigurado la hermosa creación de Dios. No obstante, la gloria de Dios todavía se manifiesta por medio de su creación. El Salmo 19 nos dice que es así: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos."

A través de su creación, Dios da a conocer que Él existe. Por medio de la creación Dios también revela su poder. Solamente un Dios todo poderoso podía crear y mantener esta creación. Además, al estudiar la creación de Dios vemos su sabiduría. ¡Cuán complejo es lo que Él ha hecho! Sin embargo, ¡qué armonía existe en lo que ha producido! También podemos contemplar la bondad de Dios en sus obras, al considerar cómo ha provisto lo necesario para el ser humano y los animales.

¿Cuál debería ser nuestra reacción a estas manifestaciones de Dios en la creación? Deberíamos alabarle. Alabar a Dios quiere decir adorarle por su grandeza y agradecerle por su misericordia. Ciertamente el poder y bondad de Dios revelados en la creación deberían inducirnos a alabarle.

Que nunca sea dicho de nosotros que, habiendo estado delante de las maravillas de Dios, no le glorifiquemos como a Dios, ni le dimos gracias, sino que nos envanecimos en nuestro razonamiento, y nuestro necio corazón fue entenebrecido. Que se oiga mejor nuestra oración a Él al decirle: "Dios Todopoderoso, los cielos y la tierra declaran tu gloria. Ayúdanos a ver tu poder y tu bondad. No permitas que dejemos de alabarte por lo que tu creación revela." ¡Amén!